El origen del medio de transporte que hoy mueve a 3 mil millones de pasajeros en México.
Existe un pueblito en la Huasteca potosina llamado Tamápatz. El lugar amanece rodeado de vegetación, montañas y niebla pero las líneas telefónicas, la televisión por cable y el internet en casa siguen ausentes hasta el día de hoy. Sin embargo, ninguno de sus habitantes olvidará aquella mañana de un lunes del año 1999, cuando el motor rechinante de un autobús realizó su primer corrida (Ciudad Valles – Tamápatz) a cargo de Grupo Vencedor. Parados en la plazuela del pueblo, las canchas de juego de las escuelas y los pórticos de las casas, los pobladores vieron cómo ese autobús blanco detenía su andar en medio de pájaros volando despavoridos y un grupo de perros que ladraban descontrolados a sus llantas empolvadas.
En 2013, de acuerdo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el número de autobuses que recorrían el país era de 48,981 unidades. El autobús se ha vuelto tan popular y cotidiano en nuestros días que no nos parece extraño verlos cruzar las grandes avenidas en las ciudades más pobladas o por el contrario, avanzar lento en tramos de terracería de los pueblos más alejados de nuestro país. Sin embargo, ¿Alguna vez te has preguntado cuál fue el primer autobús que encendió motores en México?
En 1926, después de inaugurada la primer carretera formal en el país (México – Puebla), la población vió nacer al primer bús en suelo mexicano, un Mercedes-Benz con fusión de Daimler y Benz & Cie. Pero fue hasta 1939 cuando la empresa ADO tuvo su corrida inaugural que iba de México a Veracruz, con paradas en Puebla, Perote y Xalapa y el recorrido tomaba alrededor de 10 horas. Nadie imaginaría que casi un siglo después, las autolíneas se encargarían de transportar a más de 3 mil millones de personas anualmente.
Ya sea por turismo, motivos personales o trabajo, el autobús se ha convertido en el medio más popular de transporte en la sociedad mexicana, comunicando historias, lugares y personas. De frontera a frontera, de ciudad a ciudad y con algunas excepciones, de pueblo a pueblo. En Tamápatz, por ejemplo, el día de hoy existen 4 corridas corridas al día y su llegada aceleró y propició la creación de una carretera de asfalto que redujo el tiempo de viaje de las primeras corridas y mejoró la calidad de vida de la gente en todos los aspectos. Eso sí, con la costumbre y el paso de los años, los perros dejaron de dar un espectáculo cada vez que llegaba el autobús.
Fuentes:
Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Alianza Fortillera, reviusta especializada para el autotransporte.
ManufacturaMx
Imagen: Autobuses MASA 1959, ADO.
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